jueves, 24 de febrero de 2011

Nacerá…

Nos olvidamos del mar demasiado
Mas sus aguas nos hacen recordar
o enfrentar
como fantasmas de casas perdidas
lo presente del pasado


La silueta del Pacifico
Me vio crecer y rumio conmigo
Mis descontentos, mi rabia interna
Que sigue incontenible
En mi

Esas aguas doradas
de sol y de plata nocturna
le cantaban la memoria
viva y altanera al tatita
que ocupo mi cuerpo

Le decían duerme,
recuerda, aliméntate, solloza
y encuentra refugio que la vida
será larga y placentera
y además dolorosa